jueves, 6 de febrero de 2014

¿Quién era "San Valentín" y que tiene que ver con el amor?


Muchas costumbres y creencias (principalmente romanas) se han conjugado desde los tiempos antes de Cristo, para llegar a lo que hoy conocemos como el "día de los enamorados".

La leyenda cuenta que Valentín fue un sacerdote quien, en contra de un decreto dictado por el emperador romano, casó en secreto a dos jóvenes enamorados.

"Mañana es el día de San Valentín, temprano, al amanecer, yo estaré en tu balcón; tu enamorado seré!" ("Hamlet", de William Shakespeare).

Casi no hay país en que no se celebre este 14 de Febrero el "Día de los enamorados". La globalización y el marketing han permitido que esta antigua costumbre, que viene desde la época de los romanos, se haya extendido por todo el mundo, llenando de corazones, rosas y chocolates, promociones, comidas y besos, cada 14 de Febrero.

Las más antiguas tradiciones se remontan a un antiguo festival romano llamado Lupercalia; el nombre y el día de la celebración provienen de la Iglesia primitiva, mientras que algunos lo enlazan con una antigua creencia inglesa de que las aves escojen su pareja el 14 de febrero... Al parecer, el Día de San Valentín surgió de una combinación de las tres.


Lo que dice la Historia

Los antiguos romanos celebraban el festival de Lupercalia (en honor al Dios Luperco) el 15 de febrero para asegurar protección contra los lobos. Durante esta celebración, hombres jóvenes golpeaban a la gente con listones hechos de piel de animales. Pero ¡las mujeres eran las que recibían los golpes!, ya que pensaban que los latigazos las hacían más fértiles.

Sucedió entonces que después que los romanos conquistaron Bretaña, los británicos "tomaron prestado" muchos festivales romanos... Desde ahí que muchos escritores enlazan el festival de Lupercalia con San Valentín, porque era la misma fecha, y por la conexión con la fertilidad.

La leyenda dice que, en el año 270 d.c, el emperador romano Claudio II publicó un edicto que prohibía el matrimonio a los hombres jóvenes.

En su opinión, los solteros sin familia eran mejores soldados, debido a que tenían menos "ataduras" y Roma necesitaba más soldados para su Ejército.

Valentín, que era sacerdote en esos tiempos, consideró que el decreto era injusto, por lo que comenzó a celebrar en secreto los matrimonios de los jóvenes enamorados.

Pero el emperador se enteró y lo llamó a palacio, ocasión que fue aprovechada por el sacerdote para hablarle del cristianismo. Pero Claudio II lo encarceló, ordenó que lo martirizaran y ejecutaran el 14 de febrero del año 270 d.c.

Fue muerto cerca de la puerta que más tarde se convirtió en la Puerta de Valentino. La leyenda dice que, en ese lugar, Julia, la hija ciega del carcelero plantó un almendro. De ahí se popularizo que San Valentín sea el patrón de los enamorados.

Aunque en algunos santorales católicos aparece el 14 de Febrero como el Día de San Valentín, en ninguno se valida oficialmente la leyenda. San Valentín comparte la fecha de celebración con San Cirilo y San Metodio, pero con los años los ha superado largamente en popularidad.


Algunos festejos en el mundo

A través de los siglos, se han conjugados todas estas leyendas y tradiciones, y en la actualidad el día de San Valentín es una fecha dedicada especialmente a los enamorados; es una fecha donde se intercambian regalos y mensajes para demostrar amor y, tambien, para entregar amistad a los seres más cercanos.


El Día de San Valentín

(Por Jorge L. Trujillo)

En la actualidad, se celebra mediante el intercambio de notas de amor conocidas como "valentines", con símbolos como la forma simbólica del corazón y Cupido. Desde el siglo XIX se introdujo el intercambio de postales producidas masivamente. A esta práctica se sumó el dar otro tipo de regalos como rosas y chocolates, normalmente regalados a las mujeres por los hombres. En Estados Unidos, esta celebración también se empezó a asociar con un saludo amor platónico de "Happy Valentine's", enviado por los hombres a sus amigas -raramente a sus amigos-.

Lo cierto es que las versiones sobre la verdadera identidad del santo Valentín son muy inciertas y posiblemente hasta falsas.  Algunas de las versiones dicen lo siguiente de San Valentín:
•    Fue un sacerdote romano (italiano), muerto en el 273. Muy venerado en Francia, sobre todo en la diócesis de Jumièges
•    Fue un obispo de la ciudad de Interamna (hoy Temi, Italia), donde se encuentran los restos del cuerpo conservados en la homónima basílica, y donde el 14 de febrero es la fiesta patronal
•    Fue un mártir de la provincia romana de África, durante la conquista romana de África.

Es tan dudosa la historia en torno a San Valentín que algunos han llegado a afirmar que las leyendas acerca de ellos fueron inventadas y que en realidad el santo nunca existió.  No obstante, hoy día se celebra la fiesta de forma casi global y aun las iglesias Cristianas de distintas denominaciones separan el día para celebrar “el amor y la amistad”.  Los jóvenes regalan corazones, flores y chocolates a sus novias y los esposos se obsequian presentes mutuamente.  




Cupido

A la fiesta de San Valentín se le ha incluido a ‘Cupido’, la imagen de un pequeño niño con alas que lleva un arco con flechas.  Las tarjetas de San Valentín llevan no solamente flores y corazones sino también dibujos del famoso niño que vuela y lanza sus flechas a los enamorados.  ¿Pero cual es el origen de este Cupido?

En la mitología romana, Cupido es el dios del amor. Equivale al Eros de la mitología griega, y a Kamadeva en la mitología hindú. Es hijo de Venus y de Marte. Se le adjudica la creación de amores y pasiones entre los mortales y suele ser representado por un niño alado. Al ser hijo de los dioses de la guerra y del amor, Cupido resulta ser el dios de los enamorados, creando de esta manera un balance entre el amor y la tragedia.

San Valentín, Paganismo Cristianizado 

Aunque el origen de la fiesta de San Valentín es claramente pagano con prácticas inmorales sobre el sexo y la inclusión de un dios falso como Cupido, la celebración del San  Valentín ha sido cristianizada e incorporada a las celebraciones anuales de muchas iglesias.  Por muchos años la iglesia Católica siguió la práctica de ‘cristianizar’ las fiestas paganas de los pueblos que conquistaba para de esa manera instalar de forma más fácil el Catolicismo y borrar las fiestas paganas de los pueblos.  Tal como otras celebraciones que tuvieron orígenes paganos como Halloween, el día de Navidad, y la fiesta de Easter (el domingo de resurrección) pero han sido adoptadas al culto cristiano, las iglesias evangélicas modernas, tal como las católicas, celebran el día del “amor y la amistad.”

Aunque la idea Católica de cristianizar las celebraciones paganas muestra cierto tipo de sabiduría y astucia para ganar ventaja sobre los pueblos y así instituir oficialmente la religión Católica, no podemos suponer que tal práctica logre hacer cristianos a los hombres.  Mientras que un cambio de fiesta de lo pagano a lo cristiano es algo probablemente bueno, el simple hecho de que esto se haga no significa que el cambio ocurra también en el corazón de las personas.  Las personas no cristianas hoy día todavía celebran a San Valentín con imágenes de Cupido, con sexo inmoral y pervertido y muy lejos de algo que se parezca Cristiano.  En estos tiempos modernos las iglesias Cristianas desean ser tan atractivas para los inconversos que se corre el riesgo de querer parecerse tanto al mundo que los inconversos no ven que haya una diferencia.  Si no estamos claros en lo que hacemos es posible que estemos corriendo con la misma suerte de la iglesia Católica del pasado, cristianizando días de fiesta sin hacer cristianos a las personas.  El Cristianismo verdadero se logra no por un cambio de celebración sino por un cambio interno en el corazón.  Sin arrepentimiento y fe es imposible una verdadera conversión.  Es solamente por medio de la predicación del evangelio que se convierte el pecador.  Pablo estaba seguro de eso cuando dijo “no me avergüenzo del evangelio porque es poder de Dios para salvación” (Rom. 1:16).  Siendo que esto es tan cierto, entonces los Cristianos no podemos perder de vista que lo que salva al hombre es el evangelio, la palabra de la cruz y no las tácticas humanas.

El Verdadero Amor

Como hemos visto en el origen de esta fiesta, el mundo ha confundido ‘convenientemente’ el amor con el sexo, pero sabemos que eso no es cierto.  La depravación sexual fuera de los lazos matrimoniales no es amor sino pecado que Dios condena y rechaza.  Estoy proponiendo que las iglesias se deshagan de esta celebración, que se le deje de llamar el día de “San Valentín” y que no se use a Cupido como símbolo de amor.  Que en su lugar se enfoquen en lo que verdaderamente es el “amor”.  Estoy pensando que se debe aprovechar la oportunidad de esta fecha para recordarle que aunque el mundo pagano se ha inventado historias y leyendas falsas para celebrar “el amor” de una forma antinatural, anticristiana y falsa, debemos las personas que solamente hay un Dios que es verdadero amor. Que el verdadero amor es aquel descrito en la Palabra de Dios la cual dice lo siguiente:
El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante; no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido;  no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad;   todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser (1 Corintios 13:4-8)
Ese amor es el verdadero amor abnegado que el mundo sin Dios difícilmente puede alcanzar.  Pero no solamente podemos  predicar eso sino que el verdadero Dios del amor no es Cupido sino el Dios de la Biblia quien nos declara que  “Dios es amor” y que basado en Su amor inmenso está ofreciendo salvación a todos los que creen en Jesucristo:
Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a su hijo unigénito para que   todo aquel que en él cree no se pierda mas tenga vida eterna. Porque no envío Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo sino para que el mundo fuese salvo por El. (Juan 3:16-17)
La imagen de Cristo muriendo en la cruz del Calvario es el mayor símbolo de amor que cualquier persona pueda jamás imaginar.  Cristo murió para que creyendo en el tengamos vida para siempre.  Les debemos recordar a los oyentes que solamente el Dios de la Biblia ama con “amor eterno”, eternamente y para siempre. Cosa que ninguna persona ni ningún otro dios falso puede hacer.  Pero también debemos recordarles que aquellos que rechazan el amor que Dios ofrece corren el peligro de ser condenados eternamente porque la misma Biblia que dice que "Dios es amor" dice que Dios es "fuego consumidor", que Dios es justo y castiga el pecador, que es celoso y no tendrá por inocente al culpable.  El mismo texto que dice que Dios amó al mundo de tal manera para que confíe en su Hijo sigue diciendo:
El que cree en El no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.  Y este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, pues sus acciones eran malas.  Porque todo el que hace lo malo odia la luz, y no viene a la luz para que sus acciones no sean expuestas.  Pero el que practica la verdad viene a la luz, para que sus acciones sean manifestadas que han sido hechas en Dios. (Juan 3:18-21)
Quiera Dios que podamos dar a nuestra audiencia un mensaje completo y no a medias, un mensaje verdadero y no un falso sentimiento de amor que nada tiene que ver con la verdad.  Quiera Dios que las iglesias de Cristo miren más a la Biblia para sus celebraciones y no al mundo y al paganismo como la tiende a hacerlo cada vez más.  Quiera Dios que los Cristianos miren a Dios y no al mundo porque la misma Biblia nos dice esto: No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. (1 Juan 2:15).  Permita Dios que también nosotros logremos amarnos como Cristo quiso que nos amasemos porque los que aman a Dios también aman a su prójimo.  Que seamos ejemplos de amor los unos con los otros pues el maestro mismo dijo “y en esto conocerán que son mis discípulos, en que se aman los unos a los otros”.  Y el Apóstol Juan nos escribe:
Amados, si Dios así nos amó, también nosotros debemos amarnos unos a otros. Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto.   Y este mandamiento tenemos de El: que el que ama a Dios, ame también a su hermano.  (1 Juan 4:11; 20-21)
¡Amen!



 publicado por Anita-R en http://www.comunidadrdav.com/blogs/909

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