martes, 20 de agosto de 2013

ENVOLTORIO SEXY CON TALLA INFANTIL




El coqueteo con los chicos, las trifulcas por la ropa, la necesidad de hacerse un tatuaje, un piercing o teñirse el pelo. Estos temas, propios de adolescentes, preocupan actualmente a progenitores de niñas de apenas 8 años.

¿Te has preguntado alguna vez por qué ocurre esto y, lo fundamental, si tiene algo de malo para los pequeños? La Asociación Americana de Psicología sí se lo ha planteado, haciéndose eco de la alarma que sienten la mayoría de especialistas en psicología y psiquiatría infantil.

Sexualización precoz de la infancia
Este concepto alude a la tendencia por adelantar la adolescencia a edades cada vez más tempranas. Esto no sólo conlleva riesgos físicos, psicológicos y sociales para la niña, sino que también contribuye a perpetuar el machismo y los comportamientos dominantes del varón sobre la mujer.

La alteración de la percepción del propio cuerpo y los complejos son quizá los problemas más tangibles Los expertos llevan años denunciando que desde los medios de comunicación se está proponiendo un canon de belleza irreal caracterizado por una delgadez extrema y unas medidas imposibles.
Es normal que las niñas pequeñas estén rellenitas y tengan rollitos, pues están acumulando grasa para hacer frente al desarrollo de su cuerpo más adelante. Sin embargo, el modelo que se les propone es una mujer escuálida, con enormes pechos y unas curvas que no se alcanzan hasta la edad adulta.

Consecuencia: la edad media de inicio de los trastornos alimentarios ha bajado hasta situarse en torno a los nueve años. “Nos enfrentamos a un auténtico cajón de sastre con muchas niñas con trastornos intermedios. No encajan en ningún problema concreto, pero tienen rasgos de varios de ellos”, resume Carmen González, coordinadora de la Asociación en Defensa de la Atención a la Anorexia Nerviosa y Bulimia (Adaner).

Alarma
En este sentido, los especialistas ya han reclamado que los atracones (comer compulsiva y vorazmente para luego, y aunque no siempre, ayunar o purgarse) sean incluidos en el listado de trastornos de la conducta alimentaria porque pueden ser incluso más peligrosos que los clásicos.

Tangas para niñas de seis años
Otra investigación reseñada por los psicólogos estadounidenses evaluó las principales preocupaciones de las niñas en el último siglo hasta hoy. Si en las primeras décadas estaban motivadas por sacar adelante sus estudios y portarse bien, en los últimos 20 años las inquietudes giran en torno a su aspecto físico, que se convierte en el eje de su autoestima y superación personal. No alcanzar estos objetivos provoca insatisfacción, ansiedad y depresión o actitudes negativas a unas edades cada vez más tempranas.

Además, favorece que se descuiden otras habilidades y áreas de desarrollo intelectual y personal. “...Mantienen a las mujeres como objetos de atractivo sexual y de decoración; lo que condiciona la libertad de su pensamiento y evolución en el mundo” , escriben los autores del documento.

Esta confusión entre la niñez y la edad adulta ha generado contradicciones tales como que existan tangas para niñas de seis años mientras que las mujeres adultas se adornan con iconos infantiles con el objetivo de aniñar su aspecto. Jugamos a ser lo que no somos.

¿Dónde observar?
Televisión. Fíjate en los diálogos de las presentadoras infantiles y en la cantidad de veces que se aluden al coqueteo, al romance o a las relaciones de pareja.

Ropa. ¿Tangas para niñas? ¿Te has fijado en las inscripciones de camisetas y tops de tallas diminutas? Muchas incluyen alusiones de claro tinte sexual. Tanto es así que la campaña de Armani Junior ha recibido un aluvión de críticas y ha tenido que ser retirada del mercado.

Complementos. Maquillar o peinar “a la muñeca” ya fue. Ahora el mercado está saturado de fragancias, cosméticos y complementos para ellas. ¿Realmente necesitan brillo de labios, rubor o un bolso de marca a esta edad?

Revistas. Aunque sean para adolescentes de 12 años, casi todas enfatizan el aspecto sexual de la mujer y su rol de objeto atractivo para el varón. El encanto y la valía personal se basan en el éxito que se tenga con el sexo opuesto.

Canciones y coreografías. La mayoría de las estrofas que más pegan entre los pequeños tienen alusiones sexuales explícitas.
Las pequeñas han adoptado bailes sensuales como los de Shakira o Beyoncé. Mueven sus caderas y tocan su cuerpo como ellas, pero sólo son niñas.

Dibujos animados. Las heroínas infantiles tienen cuerpos de mujer. Bustos grandes y ropa en la que apenas dejan piel a cubierto.

Juguetes. La Sociedad de Psicología Americana habla de las Bratz como paradigma de juguete sexualizador infantil. Estas muñecas se maquillan, y llevan tatuajes y piercings, algunos con una clara connotación sexual.
El influjo erotizador proviene de muchos frentes. Los niños son niños y deben ser respetadas sus etapas.

Breve guía para el anti-erotismo en la infancia

Interésate. Los padres deben procurar estar al tanto de las revistas que leen sus hijos, de los programas que ven, de la música que oyen y de las webs que visitan.

Escucha. Si lo que ven, leen o admiran no te parece correcto, trata el tema con ellos y escucha lo que éstos tienen que decir.

Aprovecha lo cotidiano. Intenta ver la tele con ellos y ejercer la crítica de las actitudes que no se consideran adecuadas, así como los motivos. Hay que ser explícito al explicar por qué ciertos programas, prendas de vestir o complementos no son adecuados.

Comprende. Hay que ayudar a las pequeñas a escoger acertadamente dentro de las tendencias y recordarles que ellas serán lo que quieran ser y que eso es más importante que el aspecto externo que exhiban.

Anima. A realizar actividades que hagan énfasis en el talento y en otras habilidades diferentes a la mera estética, como el deporte o las artes plásticas.

Educa. Hablar de sexo es muy importante. Desde los tres años ya se puede empezar a comentar temas sexuales con los niños para lograr que esta faceta de la vida contribuya a su felicidad y no a sus traumas.

Sé realista. Es necesario que las niñas sepan que las muñecas, los dibujos animados, los personajes de los videojuegos y lo que ven en la mayoría de los anuncios publicitarios no es real. Si las medidas o el aspecto de estos iconos se trasladasen a una persona no podrían sobrevivir (por ejemplo, una mujer como Barbie se partiría en dos).

Da ejemplo. Repasa los productos que compras, los valores que transmites o de los programas que ves en presencia de sus hijos. Ellos imitan tu conducta.
Y recuerden que la Biblia nos exorta: "Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. ..." (Proverbios 22:6)




Fuente: Semanario Código Vida (Montevideo, Uruguay)
Publicado por Leonel Farías

(Montevideo, Uruguay)


 





0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Gracias por tu Visita, Dios te bendiga!
Te saludan los Pastores Alejandro y Mariela González desde Uruguay