miércoles, 11 de marzo de 2015

Enemigos de la Oración


Hay 6 armas que el enemigo usa para paralizar la oración del cristiano:
1- el cansancio
2- la distracción
3- la inquietud interior
4- el apuro o agitación
5- el desánimo
6- la pereza

Y Dios nos da la solución para contrarrestar esas armas.

1- El Cansancio
Aparece un cansancio paralizador, que nos deja incapaz de orar. Pero justamente en la oración se puede vencer éste cansancio, lee Isaías 40:29

2- La Distracción
En esta arma que usa el enemigo no hay concentración, vienen otros pensamientos, hay miedo, la mente vuela y de pronto ya no oramos. La solución está en el Salmo 55: 16 al 17 (La Clave está en orar en voz alta).

3- La inquietud interior
Es casi inexplicable, se apodera tanto que solo puede librarse bajo la oración para cualquiera que sea la causa: pecado, nervios, incredulidad, etc. Lee el Salmo 55: 22 y el Salmo 42:11

4- El apuro o agitación
Es el arma aplicada por satanás con más éxito. En Eclesiastés 8:3, nos explica que por medio de la oración adquirimos las condiciones para un mejor rendimiento de nuestro tiempo, aunque vaya contra la lógica normal.
Isaías 55:2 nos dice que hay que alimentarnos de Él, y de sus fuentes inagotables de recursos.

5- El Desánimo
Es un arma que paraliza a mucha gente de oración. Tener desánimo significa no haber mirado lo suficientemente lejos. La Biblia nos llama a poner los ojos en Jesús y eso se hace por medio de la oración. Hay que mirar la grandeza de nuestro Señor.
Pablo dice en 2º de Corintios 4:8 que está "en apuros mas no desesperados" ¿Por qué? Porque era un hombre de oración.
En Isaías 35: 3 y 4, se nos explica que hay una manera de apartarse del desánimo: La Oración seria. La voluntad de Dios es que ores, la del enemigo es que no ores, es el momento de elegir a quien obedeceremos.

6- La Pereza
Es un arma muy sutil, se dirige por lo general a los que quieren volverse personas de oración. Es "el arma de la carne", aunque uno desea orar parece que no sale ninguna palabra. La "carne" no puede orar. La clave es orar con la Biblia. Lee en voz alta las promesas que se refieren a la oración. Jesús dijo en Mateo 7:7 que si pedimos El nos lo dá, por eso hay que derramar delante de El toda nuestra miseria y poco a poco la pereza irá desapareciendo.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Gracias por tu Visita, Dios te bendiga!
Te saludan los Pastores Alejandro y Mariela González desde Uruguay